Alrededor de unos electrones ha sido atraído la sustancia de la impureza del mundo exterior, de manera que en vez de tener los colores del arco iris de la Lámina en su aura, lo que tienen es un "entaponamiento" de los pequeños campo de fuerza que ha encasillado la luz de los electrones.
¿Que ha sido el resultado de todo esto? Pues, que en vista de dicha acumulación ha sido magnetizada al interior de su carne, digamos ha "desacelerado" la actividad vibratoria de los átomos y éstos ya no vibran más en armonía con la clave tonal suya. Han perdido la elasticidad y flotabilidad que tienen cuando vibran en armonía con su estado Divino natural.
Algunos de los órganos del cuerpo que han sido particularmente invadidos por la succión de la sustancia impura dentro de si, también vibran con menor velocidad que los demás que el resultado de la desaceleración de los electrones girando al rededor de su núcleo central. En sanaciones espirituales, todo lo que se hace es verter pura luz sin adulteración en y alrededor de ese órgano por el miembro de la Hueste Ascendida al cual se le haga el llamado; y justo de la misma manera que ustedes limpiarían una tubería tapada así mismo esa luz afloja y transmuta la efluvia humana que más o menos a cubierto los electrones.
La pesada efluvia humana está incustrada entre los electrones que componen cada átomo, haciendo que los átomos giren más lentamente y no con el ritmo de la llave tonal de tu ser. La Llama de Purificación acelera las vibraciones de los electrones y átomos, los restaura a su pureza original permitiéndoles así leberar rayos perfectos de Luz.
Tomado del libro: Diario de "El Puente a la Libertad, Kuan Yin"
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