Doquiera que abrigues un resentimiento hacia una persona, lugar, condición o cosa en lo externo, no estás haciendo más que echarle gasolina al fuego y acercándolo a ti. En el momento en que resientes, críticas, condenas, odias o culpas, estás creando con una velocidad tremenda, más de lo mismo, para encadenarte tanto más tiempo a las inmundas vestiduras de la limitación.
Tomado del libro: Instrucciones de un Maestro Ascendido
No hay comentarios:
Publicar un comentario