REMA....REMA.....Y SIGUE REMANDO
          Una vez, hace mucho tiempo, ustedes tuvieron que viajar físicamente a Luxor y pasar por las rigurosas pruebas requeridas hasta siquiera para que los dejaran entrar por la puerta, ya que la mente y cuerpo occidentales no están aclimatados al clima Egipcio; y aunque en Nuestras ciudades más grandes contamos con todos los gloriosos inventos del hombre para refrescar las cosas, sin embargo, cuando uno pasa por karnak y llega a los alrededores de Luxor, el chela tiene que depender de sus propios pies, de su resistencia física, etérica, mental y emocional, así como también de su convicción de que "YO SOY" allí, hasta que siente la pulsación de la Llama de la Ascensión atravesándole el cuerpo con más potencia de hecho que cualquier motor que haya estado operando por algún tiempo.
          En esta encarnación, Amados Mios, no tienen que hacer este viaje físicamente. Dios sabe que ustedes han estado en Luxor las veces suficientes antes; algunos de ustedes encontraron que Yo era un Maestro severo y un "tipo" más bien desagradable, a quien consideraron era menester culpar por todo el karma suyo sin transmutar, y ustedes partieron de Luxor carentes de un sentimiento feliz con respecto a Mi y a Nuestro foco.
          Es por eso que en esta encarnación no todo el mundo gusta del nombre de "Serapis" ni del nombre de "Luxor" PORQUE en Luxor de la misma manera que nos desplazamos desde la Atlántida a Luxor, nuestro lema es "rema,rema y sigue remando, y en ese Templo no hay espacio para los dilettantes. No hay sitio para los curiosos; no hay lugar de confort duradero para las corrientes de vida aletargados ni para los realmente desagradables.
          En Luxor sólo hay espacio para los aspirantes cuyo corazón, alma, espíritu y mente puros como la luz cristal y Auto - Maestría sobre la energía de sus pensamientos, sentimientos, memorias y control consciente de sus vehículos físicos, sobre éstos vertemos toda la riqueza de Nuestro Amor e instrucciones; todas las bendiciones desde Nuestros corazones.
          Muchos, pero muchos de este grupo de aspirantes en Luxor han ascendidos debido a su obediencia iluminada a la Ley de sus propios seres. Amor Divino por Dios, por su Gurú, por su Maestro quienquiera que él o Ella pudiera ser, y por sus compañeros aspirantes y toda la vida aprisionada.
   Tomado del libro: Boletines privados de THOMAS PRINTZ (VOL 4 )