sábado, 25 de agosto de 2012

                  LA  MECÁNICA  DEL  PENSAMIENTO
           Todo el día y toda la noche estamos pensando una infinidad de cosa distintas. Pasa por nuestra mente una especie de película cinematográfica constante, aunque desconcertada.
                 Entre tantas ideas diferentes, nos detenemos a contemplar, examinar o estudiar algunas más que otras, ¿Por qué? Porque nos han estimulado el sentimiento. Nos han producido un sentimiento de temor o de antipatía, de simpatía o de lastima, un sentimiento de agrado o desagrado, no importa. El hecho es que por aquel sentimiento, la idea nos interesa, la repasamos más tarde, tal vez la comentemos con alguien. Esto es meditar, y lo que así se medita pasa al subconciente y se graba allí.
                  Una vez que se graba una idea en el subconciente se convierte en un "reflejo", Tú sabes que cuando el médico te da un golpecito con algún objeto en un sitio alrededor de la rodilla, tu pierna da un salto. Te han tocado un punto sensible y has reaccionado ¿no? En esa misma forma, cada vez que ocurre en tu vida algo referente a una de las ideas que estan grabadas en tu subconciente, el "reflejo" reacciona en la forma exacta en que fue grabado. Tu adoptas una actitud de acuerdo con el sentimiento original que sentiste cuando primero pensaste en aquella idea, Los metafísicos llamamos a esto un "concepto" o sea una creencia, una convicción.
                  El subconsciente no discierne, No decide nada, no opina ni piensa por si solo. No tiene poder para protestar, no tiene voluntad propia, Esas no son sus funciones. Su única función es la de reaccionar poniendo a la orden el reflejo que se le ha dado. El es, en este sentido, un maravilloso archivador, secretario, bibliotecario automático que ni descansa ni falla jamás. Tampoco tiene sentido del humor. No sabe cuando una orden ha sido dada en chiste o en serio. De manera que si tu nariz es un tantico abullada; y si tú por hacer reír a los demás, adoptas el chiste de llamarla "mi nariz de papa rellena", por ejemplo, como el subconsciente es un servidor exacto, no tiene sentido del humor y solo sabe obedecer incondicionalmente, tratará por todos los medios de cumplir la orden que le han dado tus palabras y tu sentir . . . y verás a tú nariz parecerse más y más a una papa rellena.
                La palabra "Metafísica" quiere decir "más allá de lo físico", o sea, la ciencia que estudia y trata de todo lo que está invisible a los sentidos físicos, Te da la razón de ser todo lo que no comprendemos; de todo lo misterioso; y es exacta,  como comprobarás a medida que leas este librito.
                Ahora veras: ¿Recordarás tú la primera vez que oíste mencionar la palabra "catarro" ¿No lo recuerdas, verdad? Eras muy pequeñito, La palabra la dijeron tus mayores. Te enseñaron a temerla. A fuerza de repetirla te instruyeron a comprenderla, te dijeron que no te mojaras los pies, que no te pusieras en una corriente de aire, que no te acercaras a alguien por que tenía catarro y se le pegaba, etc., etc. Todo lo cual se te fue garbando en tú subconsciente y formando allí un reflejo. No tuviste jamás que recordar las advertencias de tus mayores. El daño estaba hecho. De allí en adelante, te ha brindado un catarro (el mejor que te pueda obsequiar) cada vez que te has colocado en una corriente de aire, cada vez que te has mojado los pies, cada vez que te acercas a un acatarrado y cada vez que tú oyes decir que anda por allí una epidemia de gripe o de catarro.
                 Por culpa de tus mayores, por lo que has escuchado decir a los demás; por lo que has leído en los periódicos y en los anuncios, en la radio y televisión, y sobre todo por que ignoras la verdad metafísica de la vida, has aceptado estas ideas erróneas y se convirtieron en reflejos que actúan sin premeditación tuya, automáticamente, y que son causa de todos los males que te aquejan en el cuadro de tu vida. Tienes un cargamento voluminoso de ideas ajenas que afectan  todos los departamentos de tú vida, tú cuerpo, tú alma y tú mente. Advierte que si no los hubieras aceptado; si por el derecho que te da tú libre albedrío de escoger, aceptar y rechazar, no hubieras aceptado lo negativo, no hay germen ni virus ni poder en el mundo que hubiera podido atacar ni convencer a tu subconsciente para que actuara de ninguna otra forma que aquella que tú le diste.
                Tú voluntad, negativa o positiva, es el imán que atrae hacia ti los germenes, las circunstancias adversas o las buenas. Como ya hemos dicho, tu actitud negativa o positiva ante los hechos, determinan los efectos para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario