viernes, 29 de abril de 2016

DE SU ULTIMA ENCARNACIÓN

   Se requirió de Nosotros que a altas horas de la noche, después de que el mundo se hubiera retirado a dormir, recreáramos esa imagen Divina y la sostuviéramos -- pura y perfecta -- a fin de que la manifestación más plena del Poder Divino a través de Jesús pudiera bendecir la raza.
   Les digo esto por una sola razón y solo una: porque USTEDES, TODOS Y CADA UNO, TIENEN LA OPORTUNIDAD DE RECIBIR EN SUS PROPIAS CONCIENCIAS EL PATRÓN DIVINO DE SU PROPIO SER CRÍSTICO. -- esa imagen que fue confeccionada en el principio por el gran Poder Eterno de vida y su bello complemento, la Madre Eterna. Este cuerpo electrónico esta modelado de fuego, ojos tan brillantes como estrellas, cabello lleno de luz de sol, toda la forma manifestado la perfección y la simetría de la belleza universal, y dentro del corazón el latido que contiene en su todo el poder de la creación que es el VERDADERO TU. Ustedes han olvidado esa imagen, han olvidado ese patrón. Las formas que llevan puestas hoy, la imitación en la que se encuentran, son prueba manifiesta a la vida de que ustedes ya no mantienen dentro de su concepto y conciencia, la forma inmaculada creada desde el corazón del Padre.

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