jueves, 27 de septiembre de 2012

                 EL   VALOR   DEL   VALOR
             Mente tranquila significa también valor para arrastrar sin temor las pruebas y dificultades del sendero.
                 A.B. El valor es una cualidad a la que se da enorme importancia en las escrituras hindúes. Tienen su raíz en el reconocimiento de la unidad del Ser. "Que temor, qué decepción habrá para quien ha visto al Ser?", se pregunta; y también se usa la frase "el impertérrito Brahman". En mi libro Hacia el Templo recomiendo alos estudiantes que mediten sobre el carácter ideal, empleando la lista de cualidades que da Shri Krisha en el principio del capitulo décimosexto del Gitá. La primera cualidad que allí se menciona es abhayan, entrepidez, valor.          
                 El valor nace al comprobar que ustedes son el divino  Ego interior y no sus vehiculos externos, únicos que pueden sufrir daño, todas las diferencias de poder entre los hombres dimanan del grado de fuerza que ha desarrollado el Ser interno. Cuando comprueban que son Divinos. Saben que su poder o su debilidad dependen de la fuerza que haya desarrollado del Ego que hay en ustedes; y así, SU REFUGIO, CUANDO SIENTAN TEMOR, CONSISTIRÁ EN INVOCAR SU PODER INTERNO.
                  Esta realización de sí como el Ser es algo que es menester alcanzar mediante la meditación matinal, deberán incluir en ella el esfuerzo por realizar el Ser. Algo de la fuerza que se obtiene por medio de ese esfuerzo permanecerá durante el curso del día, la cual ayudará a obtener el valor necesario para progresar en el Sendero. Hay en él muchas dificultades que requieren fortaleza y paciencia, si es que se afrontan y se les vence, y esas cualidades son solamente formas de valor. No sé de otra forma de adquirir esa cualidad más que por medio de la comprobación.
                C.W.L.-En todos los sistemas de entrenamiento oculto se hace mucho hincapié en la necesidad del valor. El hombre que entra en el Sendero tiene que arrostrar murmuraciones, calumnias y falsedades. Esto ha sido siempre lo que toca en suerte al que quiere elevarse sobre el nivel de sus prójimos. Para afrontar todo esto, hace falta fuerza moral para poder sostenerse en la debida posición, activando en forma correcta, sin tomar en consideración lo que puedan pensar o decir los demás. Se requiere esa fuerza para poner en práctica las enseñanzas de este libro, y también la plenitud de fortaleza y determinación.
               También es necesario el valor físico. Hay en el Sendero muchas dificultades y muchos peligros, no puramente simbolico o pertenecientes a planos elevados; habrán de venirnos, en el curso de nuestro progreso, muchas pruebas a nuestra bravura y fortaleza, y debemos estar preparados para ellos. El hombre pusilánime no hará progresos en el Sendero, en donde se requiere, no simplemente bondad, si no también carácter fuerte que no se deje abatir por sorpresas o temores.
                          VALOR   NO   ES   SUPLICAR
               Conozco una sociedad ocultista en Inglaterra que durante muchas semanas hizo invocaciones a determinados fantasmas, a que a la larga hubierén de presentarse efectivamente; cuando tal sucedió nadie tuvo la entereza de examinar aquello. De la misma manera, hay quienes tratan de obtener resultados en los planos inferiores pero que se atemorizan cuando tales resultados se presentan. la primera vez que un hombre abandono su cuerpo físico durante el período de vigilia, puede ser victima de la alarma y puede sentir la inquietud de si volverá o no a su cuerpo. debe comprender que no tiene gran importancia el volver o no volver. Está acostumbrado a determinadas limitaciones y cuando desaparecen repentinamente, lo probable es que sientan que no le queda base en que sustentarse. Al seguir adelantando en el camino, iremos advirtiendo que el valor-valor pleno, bravura decidida- es cosa sumamente necesaria. tenemos que hacer frente a toda clase de fuerzas; no es esto juego de niños. Cuando comprendemos y recordemos que somos uno con lo Divino, nada tememos ya; pero en ocaciones cuando el peligro se presenta inesperadamente, el hombre se olvida y retrocede temeroso. El Ego interno es impasible invulnerable en absoluto por cosa pasajera y así, de poder comprender que somos ese Ego y no los vehiculos externos, no tendremos temor.  Al asaltarnos el temor en alguna ocación, lo prudente es invocar a los poderes internos, no pedir ayuda a alguien en lo exterior.  Desastroza ha sido la comun enseñanza crístiana sobre el particular.
               Recomiendan recurrir al refugio de la oración, lo que en realidad no es otra cosa que pedir, lo que no debe hacerse cuando se trata de aspiraciones elevadas, la palabra plegaria viene del latin  "precari", que significa pedir, nada más que eso. Si nosotros sostenemos que Dios es todo bondad, debemos seguir el consejo del Señor Buddha "No lamentéis, ni claméis, ni oréis; abrid los ojos y ved. La Luz os circunda por entero,  bastando que quitéis la venda  de vuestros ojos y miréis. Es Luz maravillosa, esplendente, mucho más de lo que el hombre puede o pedir en la oración y es para siempre jamás. Se que hay personas que acostumbran pedir la ayuda del Maestro cuando se hallan en alguna dificultad. Podemos tener la seguridad de que el pensamiento del Maestro está cerca de nosotros y de que podemos alcanzarlo; pero ¿ para que molestarlo por algo que nosotros mismos podemos hacer? cierto es que podemos llamar al Maestro si así lo queremos; pero de seguro que si podemos llamar al Dios interno nos acercamos más al Maestro que pidiendo debilmente Su ayuda. No negamos el derecho que el hombre tiene para esto, pero conociendo la forma en que el Maestro está ocupado en Su trabajo en pro del mundo, no debemos solicitar Su ayuda mientras nos quede algun recurso para salir de la dificultad por nosotros mismos. No preceder así es falta de fe, es falta de confianza no sólo en nosotros mismos, si no también en el poder Divino.
              La practica de la meditación debe también prepararnos para afrontar emergencias inesperadas, en forma tal que no nos trastornen. Los que han penetrado en el sentido de las leyes internas deben permanecer tranquilos ante cualquier cosa que sobrevenga, comprobando que el proceder así es condición necesaria para el progreso real, y que el trastorno resultante de una explosión histerica  dejara sus huellas en los sensitivos vehiculos de un discipulo durante mucho tiempo despúes. 
                Tomado del libro: A LOS PIES DEL MAESTRO  

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