jueves, 11 de octubre de 2012

                        EXPERIMENTOS   NO   CRUELES
             No todos los viviseccionistas son crueles en el mismo grado, por ejemplo a un mimereo de nuestra sociedad, un cirujano que va a la cabeza de esta profesión, que hace vivisecciones de cierta índole. Hay determinadas conductas que el cuerpo humano que se cortan en ocasiones. Son de diámetro tan corto que, cuando se trata de coser los extremos donde se ha producido la ruptura, la inevitable cicatriz obstruye el conducto. Durante mucho tiempo fue imposible salvar a las personas que se hayaban en tales condiciones, hasta que se le ocurrió a ese doctor que si se hacia una incisión más larga, seria posible lograr que la herida cicatrizara sin que el canal quedase obstruido. Lo hizo practicando un corte transversal en el tubo cerca del extremo de una pieza, y uno longitudinal sobre el lado de la otra, haciendo descansar el primer extremo dentro del segundo para que, así, soldaran para ver si su idea daba resultado en la práctica, hizo experimentos con perros. Me confío que había hecho pruebas en cosa de una docena de perros vagabundos, a los que alimentó perfectamente bien hasta ponerlos en condiciones de salud, procediendo luego anestesiarlos, tras la operación fueron atendidos cuidadosamente, y la experiencia tuvo éxito satisfactorio. De aquí resultó lo que hasta entonces había sido imposible,pasó a ser una posibilidad reconocida. La operación que hoy día se práctica en todo el mundo, lleva el nombre de su inventor. El principio es incorrecto, pero en la práctica los animales no sufrierón  crueldad alguna, habiendo salido de la prueba mejor de lo que estaban antes de ella. Por tanto, este experimento fue muy diferente a los demás que se practican, y estimo completamente impropio el atacar a este doctor en la forma en que los anti- viviseccionarios atacan constantemente a todos los vivisectores.
                             EXPERIMENTOS   CRUELES
            Algunos de los experimentos que se relatan son atrozmente crueles---tales como determinar a que grado de temperatura puede cocerse un animal antes de que tales o cuales de sus funciones desaparezcan-- y otros horrores semejantes y obviamente inútiles. Hay millones de prácticas que se ejecutan sin ninguna necesidad para dar instrucción general a los estudiantes y para poner a prueba toda clase de efectos, las mayoría de los cuales son perfectamente inútiles por que la constitución humana difiere en gran medida de la de los animales en muchísimos aspectos. Un chivo por ejemplo, entre sus diversos alimentos, puede comer sin daño notable algunos beleños que, de  ser ingeridos por un hombre lo conducirían indefectiblemente al plano astral. Además, un animal, bajo la acción del terror que le produce la práctica cruel, sufre alteraciones en sus fluidos corporales, lo que ocasiona que las observaciones que se obtienen tengan sólo un valor muy incierto.  
             El sustituto apropiado para todas esas crueldades no es otro que la clarividencia, seria preferible que el doctor observara la economía interior del hombre vivo, y no establecer ciertas deducciones seccionando el cuerpo viviente de un animal que difiere mucho del humano. Los que estiman que deben practicar la vivisección harían bien en formar una asociación, comprometiéndose hacer las prácticas en sí mismo. De esta manera, podrían hacer observaciones que, por verificarse en cuerpos humanos, serían de mayor valor que el que puedan tener las observaciones de los animales y, al mismo tiempo, evitar esas horrendas crueldades practicadas en criaturas indefensas que en el mundo de Dios no hay derecho a torturar. Por otra parte, esto seria innecesario, pues la décima parte del trabajo, podrían producir un ejercito de clarividentes responsables. Ciertamente en su largo entrenamiento, por lo general bastaría para desarrollar en él su clarividencia.
                Tomado del libro: A los Pies del Maestro.  

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